RESUMEN

El arte de esculpir frutas y verduras nos llega de Oriente con todo su esplendor; esta tradición milenaria, quizá desconocida para muchos, confirma que la cocina conlleva en su desarrollo un placer estético. Es muy sencillo, con algunas herramientas, cierta destreza que irá aumentando en la medida que pasen los días, usted podrá sorprender a queridos y extraños al decorar de forma muy original las comidas, los platos, las mesas, las servilletas, etc. Se asombrará de la facilidad con la que puede realizar un velero a partir de un melón y una sandía, o las flores que obtendrá de un tomate y una zanahoria; no se necesita ser un artista, lo que se requiere es creatividad y disposición.